Resistentes pero flexibles, fuertes y a la vez gentiles, como las personas que los han abrazado y cuidado a lo largo del tiempo, los trabocchi aseguran que este tramo de costa sea único en cualquier época del año, el destino perfecto en un viaje para descubrir la zona tan especial de Abruzzo.

Entonces, prepara tu mochila y enciende motores. Estamos a punto de disfrutar de un día en la costa de Trabocchi. Con más de 50 kilómetros de Ortona a San Salvo, es una ruta fácil, apta también para los pasajeros cautelosos, salpicado como está de miradores y lugares en los que detenerse y degustar los productos típicos de una tierra tan rica y hospitalaria.

Un itinerario para todos

Abruzzo es un destino muy querido por los entusiastas de las dos ruedas. El espacio es tan vasto y el paisaje tan variado que está garantizado que satisfará todos los gustos de la conducción.

Una excursión a las montañas de Majella, a través del Gole del Sagittario y hacia los picos del Gran Sasso, ofrece caminos memorables aunque desafiantes. Con sus curvas y vueltas, estas rutas pueden ser muy agradables pero requieren una gran concentración y un cierto grado de capacidad de conducción.

La costa de Trabocchi, por el contrario, es un itinerario apto para todos. Sencillo, ya que es casi todo en línea recta, además de corto, este tramo de carretera ofrece unas vistas del mar Adriático difíciles de superar. La costa es más estrecha aquí que más al norte, las grandes playas de arena se transforman en pequeñas bahías de guijarros blancos y el matorral mediterráneo decididamente más denso. La Reserva Natural Punta Aderci, ubicada en la zona de Vasto, es una parada imperdible en esta ruta, en la que se pueden admirar los imponentes acantilados y un trabocco, ahora inaccesible, que domina el acantilado. Una vista inolvidable que se convierte en pura magia al atardecer.

De la tradición a la innovación

El tramo de costa de Ortona a Vasto, que pasa por las localidades de San Vito Chietino, Rocca San Giovanni y Fossacesia, cuenta hoy con más de 25 trabocchi.

Se dice que estas plataformas existen desde finales de la época fenicia, pero la primera mención documentada se remonta al siglo XIII.

Algunas de estas plataformas ya no son accesibles al público. Otros, sin embargo, a principios de la década de 2000, se han comprado, restaurado y transformado en restaurantes de pescado con un ambiente único. Estos pequeños oasis de calma suspendidos sobre los mares azules son un sueño para los amantes de la buena mesa y la naturaleza.

Estos trabocchi costeros, ahora tan acogedores y hospitalarios lugares, cuentan con una amplia oferta, lo que garantiza que todos puedan disfrutar de un almuerzo o una cena en algún lugar entre el pasado y el futuro.

La especialidad es por supuesto el pescado, pero hay platos para todos los gustos y bolsillos. Desde el restaurante que presenta platos en la tradición del “trabocco gourmet”, con chefs galardonados y reserva imprescindible, hasta los negocios familiares o, para quienes prefieren comer ligero, la oferta de un menú de aperitivo a un precio muy razonable.

Teniendo en cuenta la singularidad de la experiencia, lo único que te sugerimos es que vayas con lo que más te convenga y, si es posible, evites la temporada alta. Deténte un momento y disfruta de tu comida en paz, escucha el batir de las olas, mira hacia el horizonte y, mientras disfrutas de los sabores y aromas del mar, inspírate; este podría ser incluso el lugar ideal para relajarse y planificar tu próxima aventura sobre dos ruedas.