Corazón palpitante del sistema productivo de Emilia-Romaña, el Valle del Motor es un lugar extraordinario, sede de las marcas que han construido y alimentado la leyenda de la velocidad en todo el mundo. Aquí, en un radio de apenas 150 km, encontramos una combinación única de talento, know-how, capacidad industrial y artesanal, innovación tecnológica e investigación. Todas las áreas que Ducati pretende desarrollar, en sinergia con Dallara, Ferrari, Lamborghini, Maserati y Pagani, para que la zona se convierta en un centro cada vez más importante para la industria internacional del automóvil y el deporte del motor. Y la firma de Borgo Panigale lo hace con mayor convicción y compromiso ahora que el CEO Claudio Domenicali se ha convertido en presidente de la Asociación del Valle del Motor.

Sr. Domenicali, ¿por qué, en un momento como éste, el Motor Valley puede desempeñar un papel más importante que nunca?

D- Vivimos tiempos de grandes cambios. Tiempos en los que la digitalización, la inteligencia artificial y la robotización cambiarán drásticamente el perfil de la fabricación industrial. Cada vez será más posible sustituir los trabajos manuales por robots colaborativos y un número creciente de trabajos actuales se enfrentará a la competencia de las máquinas. Por eso es importante seguir invirtiendo en conocimientos técnicos. Es esencial que la zona del Valle del Motor sea fuerte en cuanto a su desarrollo de tecnología y experiencia, y que ésta sea lo más distintiva y específica posible.

El Valle del Motor comprende una gran variedad de empresas. ¿Cómo puede traducirse esta diversidad en valor añadido?

D- Motor Valley representa la excelencia del “Made in Italy” en la cadena de producción automovilística e industrial, y la asociación es un proyecto que pone de relieve la capacidad de una región para crear redes y promover los productos únicos por los que destaca en la escena internacional. Cada marca tiene sus características particulares, pero los principales denominadores comunes son una auténtica pasión por la competición, que ha permitido y sigue permitiendo desarrollar la tecnología y la innovación, y el amor por el diseño.

Hablando de innovación, ¿qué tipo de sinergias pueden desarrollarse entre las marcas de dos y cuatro ruedas?

D- Una gran variedad, todas con un altísimo potencial y gran alcance. Pienso en las sinergias que se producen en el desarrollo de nuevos productos y nuevas soluciones de ingeniería, por ejemplo. Como el proyecto Superleggera V4, en el que colaboraron Ducati y Dallara. Las pruebas realizadas en el túnel de viento permitieron desarrollar y probar nuevas soluciones aerodinámicas. Pero las sinergias que considero más importantes, como Presidente de la Asociación, son las relativas a la experiencia, sobre todo a largo plazo. Motor Valley tiene que ser capaz de "generar nuevas generaciones", o mejor dicho, de formar el talento y el saber hacer en los cambios técnicos que se están produciendo en el sector manufacturero. Esta región se caracteriza por una cultura académica y unos conocimientos técnicos y automovilísticos inigualables, y tiene una capacidad inestimable para atraer a personas y empresas apasionadas y con talento que merecen ser apoyadas y promocionadas en todos los sentidos. MUNER, la Universidad del Motor de Emilia-Romagna, que reúne a las principales universidades de Emilia-Romagna y a las marcas del Motor Valley, es la máxima demostración de lo que podemos hacer.

Además de formar e invertir en las futuras generaciones, ¿cómo puede Motor Valley afrontar los retos del mañana?

D- Aprovechando nuestros puntos fuertes, que son muchos, todos extraordinarios. En el Valle del Motor somos capaces de crear sueños, sueños increíblemente contemporáneos en cuanto a que son ricos en tecnología. Aquí hay mucha historia, pero en lugar de perdernos en la nostalgia, siempre miramos al futuro. Y Motor Valley es también un estilo de vida. Es el hogar de algunas empresas maravillosas, pero también hay un espíritu común que conecta a la gente y hace que estén tan bien juntos. La región ofrece el equilibrio perfecto entre innovación e identidad, ingenio y emoción, y sus productos son un magnífico ejemplo. No sólo son punteros en cuanto a su tecnología y prestaciones, sino que también son los más bellos, y esta belleza es lo que los hace tan deseables. La emoción, el deseo y la belleza forman parte de la naturaleza humana. Todos tenemos sueños y nos esforzamos por realizarlos lo antes posible. Para cualquier aficionado a los coches o a las motos, el Valle del Motor es un lugar extraordinario, y gracias a esta pasión seremos capaces de superar los retos del futuro.

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