Irene, ¿cuándo y cómo se desarrolló tu sueño de ser una atleta de Muay Thai?

Empecé por diversión con mi hermano cuando estaba en el instituto. Luego, cuando me mudé a Bolonia para ir a la universidad, me apunté a Sempre Avanti por primera vez. Y fue allí donde empecé a centrarme realmente en la disciplina del Muay Thai. Me enamoré de ella inmediatamente, durante la primera sesión de entrenamiento, y me di cuenta de que quería más.

¿Su primer combate?

En 2010. La adrenalina que sentí en ese momento fue lo que me impulsó a continuar y a fijarme objetivos cada vez más ambiciosos.

¿Su primer título?

I- Campeona de Italia femenina en 2011.

¿De qué manera te ha influido esta disciplina como persona?

I- Me ha enseñado a ser un individuo más equilibrado y me da la fuerza para afrontar cualquier adversidad o reto en la vida como si estuviera en el ring. A veces fracaso, es normal, pero nunca me echo atrás y siempre me levanto con más fuerza que antes.

¿Cómo aseguras tu fuerza mental?

Con dedicación y entrenamiento. Si no me siento totalmente "hecho" después de una sesión de entrenamiento, significa que no lo estoy dando todo. Y por eso debo seguir. Pero sin el apoyo de los que me rodean y de los que me han estimulado, no podría haber llegado hasta donde estoy.

¿También es instructor en Sempre Avanti?

Cuando puedo, ayudo a los niños y jóvenes que se preparan para la competición. No los llamaría mis alumnos, los considero más bien compañeros de equipo.

¿Y cómo les ayudas?

Intento cuidar de ellos y, si quieren, comparto mi experiencia con ellos. No en cuanto a la técnica, ya que para eso está el Maestro. Pero sí para combatir su miedo, para animarlos a encontrar la fuerza necesaria para alcanzar siempre sus objetivos. Intento enseñarles que, como en la vida, nunca estás solo en el ring o en el gimnasio, y que los que te rodean pueden ayudarte a marcar la diferencia.

Ivan Leo Pictures- Ivanleophotographer.it

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