Conocida por muchos como la Gran Manzana, también se la conoce como la ciudad que nunca duerme, Gotham, Metrópolis e incluso Nueva Ámsterdam, en honor a su primer nombre oficial, que se remonta al siglo XVII. Los apodos, sin embargo, solo llegan hasta cierto punto al poder retratar sus diversos espíritus. La variedad está por todas partes en este crisol ineludible, la diferencia es su mayor activo.

Un elemento común atraviesa este caos seductor y atractivo, y ese es el estilo. Y cuando hablamos de la ciudad más famosa del mundo, por "estilo" no solo nos referimos a una moda o tendencia, sino a la esencia de la personalidad.

Ya sea en las amplias avenidas de Manhattan o disfrutando del bullicio de más distritos suburbanos, se encontrará con personas que no tienen miedo de mostrar quiénes son. Una mezcla de tipos, gustos, formas, expresiones, modas, prendas y complementos.

Dentro de este animado paisaje urbano, y al contrario de lo que ocurre en muchas otras ciudades, incluso la decisión de viajar en moto se convierte en una elección de estilo.

En Nueva York, el tráfico es intenso, el estacionamiento es difícil y la superficie de la carretera a menudo es irregular. Aquellos que eligen viajar en moto aquí lo hacen para satisfacer una pasión abrumadora y destacarse entre la multitud.

Si tú también estás aquí y quieres ver Nueva York desde una perspectiva diferente, te sugerimos que lo hagas con estilo.

Exagera. Elige una moto con la que destacar entre los taxis amarillos, autobuses y limusinas.

Hicimos precisamente eso con una Diavel 1260 que, con maletas laterales, nos guió en un viaje extraordinario por la ciudad.

Entre las diversas experiencias para disfrutar en moto, te proponemos un recorrido por los puentes que conectan Manhattan con el resto de la ciudad, concretamente Brooklyn, Manhattan y Willamsburg.

Como algo salido de una pelicula

El puente de Brooklyn fue el primer puente de acero construido y fue, durante mucho tiempo, uno de los puentes colgantes más altos del mundo. Hoy en día es uno de los símbolos más famosos de la ciudad, un verdadero icono.

Cruzarlo con la Diavel 1260 es una sensación única que te hará sentir como el protagonista de una de las tantas películas que han formado parte de tu vida.

Energía pura

El Puente de Manhattan, de Dumbo a los neoyorquinos, es el puente que conduce a Brooklyn. Varias formas de transporte viajan en ambas direcciones a través de esta obra maestra de la ingeniería, que comprende varios niveles. El estruendo del metro, la velocidad de los coches y el paso de peatones, bicicletas y patinetes conforman un puente que es una concentración de movimiento. Al salir de Manhattan, experimentará el bullicio de los distritos más periféricos de la ciudad y la vitalidad electrizante que los anima.

Otro punto de vista

Los puentes de Nueva York son una presencia constante en la ciudad, incluso cuando no los estás cruzando. Tan magníficos como son, se refleja en los rascacielos de la ciudad y en el agua del East River. Al recorrer las calles, a menudo levantarás la mirada para encontrarte mirando los cables de acero que se destacan en el cielo.

Para una experiencia verdaderamente extraordinaria, tómate un descanso del frenesí de la ciudad, apague la moto, ve a uno de los muchos parques creados a los pies de estos gigantes y disfruta de su extraordinaria y poderosa belleza.