Para los amantes de las aventuras sobre dos ruedas, la Alta Provenza ofrece carreteras excepcionales y curvas perfectas, inmersas en una naturaleza que puede ser tanto tosca como delicada. Entre las muchas rutas posibles está una que nos lleva al desfiladero de Verdon. Una de las verdaderas joyas de la región de Provenza, el desfiladero de Verdon forma un cañón de una belleza impresionante. Estas gargantas, que combinan la dureza de la roca con una frondosa vegetación, son atravesadas por el río del que toman su nombre, una tortuosa serpiente que a lo largo de los siglos se ha labrado un camino entre restos fósiles, calizas y corales. El resultado es un lugar encantador y con un encanto único.

Un itinerario ideal para disfrutar a bordo de la Multistrada 1260 S Grand Tour, en el descubrimiento de las vistas más espectaculares de estos lugares.

Una joya enclavada en las montañas.

El viaje comienza en Castellane, una hermosa ciudad francesa ubicada a orillas del río Verdon. Llegamos desde Niza, tomando la N85, o Ruta Napoleón, llamada así porque fue recorrida por el propio Napoleón en 1815, a su regreso de Elba. Las montañas protegen y escudan este pequeño mundo, aparentemente perdido en el tiempo. Es uno para explorar a un ritmo pausado, mientras nos adentramos en el embrollo de calles antiguas y estrechas que conducen a Place Marcel Sauvaire, el corazón palpitante de la ciudad. Dominando la escena está la Chapelle Notre Dame du Roc, ubicada al final de una pista que sube por la ladera de una montaña. Otras maravillas que hacen de Castellane un lugar tan especial incluyen la puerta del reloj y la torre pentagonal. Es posible caminar por sus murallas admirando las casas y tejados de Castellane, contemplando todo el pueblo con una sola mirada.

Ahora es momento de volver a rodar. La margen derecha del Verdon está esperando a ser descubierta.

Una maravilla

La carretera a recorrer es la D952, una franja de asfalto muy bien cuidada que ofrece bonitas curvas y amplios miradores desde los que admirar el desfiladero de Verdon en toda su salvaje belleza. La ruta atraviesa pueblos maravillosos y una hermosa naturaleza, para beber con los ojos y sentir con el corazón.

Esta ruta encantadora culmina con una vista espectacular del lago de Sainte Croix, que se puede admirar desde lo alto de la orilla derecha. Un espejo de color turquesa intenso que brilla como una rara joya cuando lo golpean los rayos del sol.

El final del viaje

Desde el lago de Sainte Croix, continuamos por la carretera que recoge toda la maravillosa naturaleza que la Provenza tiene para ofrecer. Pasados ​​algunos pueblos más típicos como Moustiers Sainte Marie, comenzamos a recorrer la margen izquierda, siguiendo la Corniche Sublime. Desde aquí, es posible disfrutar de un tramo adicional de treinta kilómetros que también incluye el Pont de l'Artuby, un puente impresionante muy querido por los entusiastas del puenting.

El recorrido concluye en el Balcón de la Mescla, quizás el mejor mirador de todo el recorrido, desde el que se puede admirar una vez más la maravilla de la naturaleza y el cañón en todo su esplendor.