Monster 900

Desde su primera aparición en la “Feria Internacional de la Motocicleta” de Colonia en 1992, la Monster ha destacado por su carácter, originalidad e innovación. Extraña, esencial, rebelde y fuera de la caja: no pasó mucho tiempo para que este concepto se convirtiera en un verdadero ícono, capaz de marcar tendencia y generar un nuevo segmento de mercado.

Para convertirse en una obra maestra del minimalismo visual, se abandonaron todos los aspectos superfluos: “Todo lo que necesitas es: asiento, depósito, motor, dos ruedas y manillar”, explica Miguel Galluzzi , diseñador de la Monster. Los elementos que antes se consideraban puramente funcionales (bloque de motor, bastidor, etc.) se han elevado al estado de "forma funcional", simplemente porque se muestran.

Una de las motos más imitadas de todos los tiempos, la Monster ha generado legiones enteras de imitadores, aunque la imitación siempre sigue siendo la forma más alta de admiración después de todo.

La Monster naked por elección y no solo por costumbre; incluso si las motos han estado desnudas durante décadas, fue necesaria la intencionalidad del “descubrimiento” de Galluzzi para hacer que la moto estuviera realmente desnuda.

La historia comienza en el Salón del Automóvil de Colonia en el otoño de 1992. En medio de las numerosas innovaciones que llenan las gradas se encuentra un misterioso prototipo de Ducati: se trata de la Monster 900. Un prototipo destinado por derecho a entrar en la historia mundial del motociclismo. Monstruosamente hermosa, es un cóctel de componentes que son exquisitamente Ducati: montada en un marco de enrejado tubular de la serie 851/888 está el Supersport 904 cc refrigerado por aire / aceite.

Con su fuerte personalidad y su atrevida apariencia naked, esta moto trajo fama y prestigio a la categoría naked, antes desconocida en Occidente, y la revolucionó.

Así nació la escuela de los Monsteristas, seguida de numerosos clones que carecían de personalidad.

Desde ese día, la Monster ha sido parte de una historia muy exitosa. Se ha convertido en una familia, ha visto infinidad de versiones especiales y ha ido evolucionando cada año sin perder un ápice de su monstruosa identidad. Pero, sobre todo, se ha ganado el corazón de miles de motociclistas de todo el mundo, convirtiéndolos en “monsteristas”: ¡hoy más de 250 mil han salido de las líneas de producción de Borgo Panigale!

Monster es pura emoción de moto, que encierra el espíritu de las dos ruedas; Monster es un estilo de vida.