La 750 Supersport Desmo se presentó en el Salón del Automóvil de Milán en noviembre de 1973.
Mucho más allá de su rendimiento estelar, esta moto también tenía una serie de características que rara vez se ven en una moto deportiva. El motor de cuatro tiempos fue capaz de satisfacer las necesidades de cualquier entusiasta del motociclismo, incluidos los aficionados a las carreras, sin tener que someterse a ningún ajuste especial.
Este modelo fue el producto de un diseño sin concesiones y un esmerado cuidado por los detalles estructurales, que combinó el potencial del motor bicilíndrico con la mecánica inigualable del legendario 750 Imola.